Muchos tuvieron la idea de conectar dos océanos para facilitar el intercambio comercial y el acercamiento de los pueblos. Algunos libros narran que en los tiempos de Juárez surgió una idea de que una máquina de vapor fuera quien cumpliera este sueño, pero nunca fue concretado. Después de muchos años de nueva cuenta se escuchó el rugir de una vía y el estruendo de una máquina de acero, lo que por muchos años quedó en el olvido, nuevamente unos vagones recobraron la vida ferroviaria en el gran Istmo de Tehuantepec.
La sierra se vuelve a conectar con el mar con una sola bandera “el Progreso del Sureste Mexicano”.
Para este hecho histórico no podía faltar la presencia del Presidente de la República Andrés Manuel Lopez Obrador, el hombre que en su caminar prometió escuchar al pueblo y vaya que lo hizo. La reapertura del servicio ferroviario que ahora se convierte en una puerta hacia el desarrollo industrial y económico en una región indígena, donde se podrá tener acceso a un transporte digno y a bajos costos.
Gobernantes de Oaxaca y Veracruz lo cobijaron en esta inauguración, empresarios, alcaldes, pero sobre todo el pueblo de Salina Cruz fue testigo de un hecho sin precedentes, una promesa y un sueño hecho realidad.
El sol a plomo no fue impedimento para que cientos de personas estuvieran esperando el arranque de este proyecto, la máquina de vapor que algunos literatos lo comparan con la imágen del progreso estaba a punto de salir de una de las estaciones, sinónimo de trabajo y gente que puso su empeño para hacerlo realidad.
El reloj marcaba la hora precisa de la salida, el maquinista quien guió este recorrido, hizo recordar a los más viejos ese sonido peculiar que caracteriza a cualquier tren, y así dio inicio el primer viaje del Corredor Transístmico de la línea Z de Salina Cruz, Oaxaca a Coatzacoalcos, Veracruz.
Se respira, la euforia de un logro, de un hecho histórico de un presidente de izquierda, que se ha empeñado en acciones como esta, que ha cumplido a su pueblo. No se puede esperar más, han abordado la primera zona del tren de pasajeros, una comitiva de empresarios entre ellos Carlos Slim, el almirante José Rafael Ojeda Durán, el gobernador de Oaxaca Salomón Jara, el Gobernador de Veracruz Cuitláhuac García Jiménez, el secretario de Estado de Asuntos Exteriores de Portugal, Francisco André; la secretaría de Economía, Raquel Buenrostro Sánchez; el secretario de la Defensa Nacional, Luis Cresencio Sandoval González; de Infraestructura, Comunicaciones y Transportes, Jorge Nuño Lara, y de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano, Román Meyer Falcón; la encargada del despacho de la subsecretaria de la Secretaría de Relaciones Exteriores, Jennifer Sophie Catherine Feller Enríquez; el jefe del Estado Mayor General de la Armada, Juan José Padilla Olmos y los directores generales del Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, Raymundo Pedro Morales Ángeles, y de la Administración del Sistema Portuario Nacional (ASIPONA) Coatzacoalcos, Miguel Ángel Sierra Carrasco.
También acompañaron representantes de consorcios: la directora general de empresas ICA, Guadalupe Phillips Margain; el director general de Grupo Azvindi Ferroviario, Manuel Muñozcano Castro; el presidente y director ejecutivo de Mota-Engil Latinoamérica, João Pedro Parreira; así como empresarios y autoridades navales y civiles.
Todos ellos abordaron el primer viaje de 8 horas rumbo a la última estación ubicada en la zona sur del estado de Veracruz.
Durante el trayecto, cientos de personas en cada comunidad por la que pasa el ferrocarril, en la que son más de 300 kilómetros del trayecto, a su paso se podía ver, sentir esa euforia y emoción de quienes presenciaron el primer recorrido de la gran máquina que cambiaría (…) El cornetín del tranvía suena en todo su esplendor, pobladores salen de sus casas con sus celulares a grabar este primer paseo.
Pancartas, lonas y gritos “Gracias Presidente”, “Viva AMLO”, “Viva la Cuarta Transformación”.
A llegar a la primera estación “Ixtepec” la cual es inaugurada por el mandatario federal, bajan del vagón principal cortan el listón y el presidente aprovecha para saludar a la población, tomarse fotos y agradecerle las acciones que realiza el gobierno federal.
La siguiente parada es Donají, el mismo protocolo, aunque la gente más emocionada porque nunca un presidente había hecho lo que ahora se ha realizado. Continúa el camino hasta llegar a Medias Aguas, Veracruz, otra estación más que inaugura el señor presidente, así como lo llama el pueblo, así como lo llama la población, así como lo llama su gente. “Se escuchan las voces con tonos altos, “Es un honor estar con Obrador”, “Gracias Presidente”, “Estamos con usted Presidente”, “Gracias por estar con el Pueblo”, nuevamente saluda y se Fotografía con la gente que lo espera con alegría.
Se vuelven a subir para continuar, llegan a su lugar de destino, Coatzacoalcos, tierra veracruzana, y es ahí donde culmina la aventura, la última estación del tren que ahora será el detonante de inversiones, economía y bienestar social.
El antiguo puerto México ahora es parte de la historia, una historieta que no quede ahí, pues la idea es que a partir de marzo se pueda conectar a otro gran proyecto como lo es el tren Maya. Pero con lo que nos quedamos es con los rostros de alegría, la con conectividad y la felicidad de todo un pueblo que por muchos años estaba en el olvido. Hoy el Corredor interoceánico manda un poderoso mensaje, es posible unir a los pueblos, a las etnias y al mundo. “El progreso llega a quien más lo necesita”.
